Arquitectos Valencia - Linkehome

Un proyecto de una casa del Puig saca a la luz arcos que podrían ser de la Conquista

Las obras de restauración que los propietarios están acometiendo en una casa de la calle Major del Puig de Santa María han sacado a la luz varios arcos que podrían remontarse al momento de la Conquista de Jaume I, según estiman diversos expertos, tras las primeras inspecciones.

Este «excepcional hallazgo», en palabras del investigador local y cronista del Puig, Julio Badenes, reafirma, más si cabe, la historia y la identidad de una población que tiene pendiente la restauración de algunas de las principales piezas de su patrimonio, como el castillo de la Patà.

Badenes explica que las obras han permitido localizar varios arcos diafragma característicos del siglo XIII. Uno de ellos está «prácticamente entero, junto con las ménsulas o modillones para sostener el forjado del tejado», explica el cronista. De los otros arcos quedan los arranques. El investigador local y batallador desde hace años para preservar el patrimonio, recuerda que este
tipo de arcos, «prácticamente iguales en medida y forma», también se encuentran en el salón gótico del monasterio del Puig, «seguramente, construidos por los mismos pobladores y guerreros que llegaron con Jaime I». Los templarios estuvieron en el Puig de Santa María desde abril de 1237 hasta abril de 1238, para preparar la toma final de Valencia, y utilizaban a menudo esta técnica constructiva del arco diafragma. La causa es que esta técnica arquitectónica permitía la rapidez y efectividad en la construcción, y que trajeron los nuevos conquistadores al reino valenciano.

Para Julio Badenes, el descubrimiento confirma que la calle Mayor es, sin duda, la primera y más antigua de la población, que ya existía entre los siglos XIII-XIV. «El arranque del arco más interior es muy interesante porque del mismo parten las dovelas o piezas de piedra que formaban dos arcos, a izquierda y a derecha. Este último se adentraba en la casa contigua», explica el cronista, al tiempo que añade que junto a estos elementos se ha descubierto lo que parece ser un aljibe, «que será estudiado cuando no conserve agua y podría ser de la misma época». El experto llama la atención además sobre la entrada de la casa, «de la que emerge la roca rojiza de rodeno de la montaña de la Patà, a modo de bajada», que «ha sido, sin lugar a dudas, trabajada para ser alisada y tener una pendiente a propósito, como si se dirigiera a un lugar». Este hecho le lleva a formular la hipótesis de que podría tratarse de algún edificio civil como caballerizas, un horno, un almacén o cualquier otro tipo de edificio artesanal medieval. Los arcos se respetarán. El descubrimiento fue comunicado, hace unos días, al arquitecto municipal del Puig, quien consideró que los arcos deben preservarse y restaurarse.

De hecho, tanto el dueño de la casa, Pepe Palau, como su arquitecto, Sergio Cuesta, perteneciente a la firma LinKEHOME «han sabido apreciar el inmenso valor de los hallazgos y, sin pensarlo dos veces, de manera ejemplar, han decidido recuperar este patrimonio valenciano de primer orden», señala Badenes.

En la «Crònica» histórica El investigador incide también en que Jaume I, en su «Crònica» afirma, en el capítulo 242, que tras enterrar a su tío Bernat Guillem
d’Entença y jurar que no abandonaría el castillo del Puig hasta conquistar Valencia, que «ens retirarem a una casa on nós dormíem».

Y también la tradición oral del Puig cuenta que las casas situadas al final de la calle Major, a la altura del Ayuntamiento, formaban una sola casona o palacio, en donde había dormido el rey Jaime I. De ahí que Badenes se aventure a decir es posible que ambas informaciones hagan referencia al mismo inmueble.